miércoles, 8 de julio de 2009

Los padres

Después de haber meado al abuelo
Después de pagar el gas con hojas de lechuga
Después de haberle besado la nuca a cuanta monja se nos ha cruzado
¿Cómo podremos mirar de frente a nuestros hijos?
Ya no podremos reprenderlos por dibujar las paredes
de hecho nos tendremos que unir a ellos y escribir también
pero entonces eso nos dará culpa y necesitaremos advertirles:
- hijos, pueden dibujar cuanto quieran las paredes... eso si -
(y lo siguiente con voz atronadora):
- ¡tienen terminantemente prohibido pintarle la calva a un cabo! –

Y así crecerán nuestros descendientes
el tuyo, el mío
libres de expresarse, felices

aunque no faltarán rebeldes sin causa
desviados
que pronto atacarán cuarteles generales
para terror de los cabos calvos
que despertarán en la mañana
con una mariposa
un monigote
un trencito en la cabeza

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